Día 23. Por oportunismo, crisis en Ciencias Políticas de la UNAM
Oaxaca, Oax. 13 de septiembre de 2009 (Quadratín).- El 1 de octubre asumirán sus cargos los 16 jefes delegacionales del DF, pero la atención del país estará enfocada en Iztapalapa, con sus casi dos millones de habitantes.
Y es que este caso más sorprendente y excepcional de la pantomima política mexicana en los últimos años es el de Juan Acosta, mejor conocido en el ambiente circense entre sus amigos como Juanito.
Antes de junio de este año, la trayectoria política de Juanito se distinguió por haber reventado eventos políticos opuestos a López Obrador y postularse como candidato del PT a la jefatura delegacional de Iztapalapa sin posibilidad de triunfo, pues la candidata de López Obrador, Clara Brugada, iba a contender bajo las siglas del PRD.
Pero la suerte de Rafael Acosta, de 49 años de edad, cambió tres semanas antes de las elecciones del 5 de julio en las que el Distrito Federal votó por jefes delegacionales y diputados locales. El Tribunal Electoral anuló la candidatura de Brugada y ordenó al PRD postular a Silvia Ortega, antagónica a López Obrador. Éste, a su vez, lanzó un movimiento para votar contra el PRD y a favor del PT y Juanito, cuyo nombre ya estaba impreso en las boletas, y lo comprometió a renunciar si ganaba la elección, para abrirle paso a Brugada. Fue cuando la mayoría del país se enteró de la existencia de este personaje, en un mitin el 17 de junio. Juanito, con una banda tricolor en la cabeza que no se ha quitado en público, aceptó la orden de López Obrador. 18 días después ganó la elección.
En un principio las cosas marchaban conforme a lo planeado. Pero Juanito se vio bajo los reflectores y empezó a cambiar de idea. Primero dijo que nada más iba a cobrar la primera quincena, pero luego coqueteó con la idea de quedarse los tres años y hace unos días dijo que Brugada, si aceptaba, sería su directora jurídica. Cuenta que cuando López Obrador lo comprometió a la renuncia, me dijo que no se la fuera a creer. Pero ahora cambió de opinión: Pues sí me la creo. Al no alcanzar acuerdos con Brugada, a quien le pidió la mitad de las posiciones en la Delegación para su grupo, Juanito decidió no renunciar al cargo. Incluso, en días pasados, desconoció a López Obrador como su presidente legítimo, porque no le ha brindado su apoyo. Juanito dice que seguidores de Brugada lo han amenazado de muerte y que se tuvo que ir a vivir a un departamento en el Centro Histórico.
El PT amenaza con expulsarlo, pero a Juanito ya lo buscan del PAN y del PRD y la falta de cobijo no le preocupa. Cualquier partido quisiera tener a un Juanito en sus filas, dice. La biografía de Juanito es casi surrealista. Ex actor de ficheras, ex desnudista, ex luchador, madreador profesional, comerciante ambulante: ese es Juanito, el hombre elegido por Andrés Manuel López Obrador para profundizar el cisma perredista en Iztapalapa y sobre el que podría recaer el futuro de una delegación con más de 3 millones de habitantes
En este país hay aproximadamente 80 millones de mexicanos que viven en extremas condiciones al igual que Juanito, presumiendo sus necesidades, presumiendo sus experiencias de violencia, alcoholismo, sexualidad. Hoy para mucha gente su única necesidad satisfecha es precisamente haber cubierto esos elementos, e incluso en muchos casos las drogas y el futbol. Juanito es un claro ejemplo de muchos mexicanos que un día aspiran a sacarse la lotería o llegar a ostentar un cargo político que le permita manejar grandes presupuestos. Por eso vemos con tristeza que quienes nos gobiernan generalmente son personas sin preparación o con la idiosincrasia de Juanito. Por eso estamos en las condiciones actuales, sin un rumbo fijo y sin una idea de lo que se quiere. Con más un presupuesto de 3 mil millones de pesos al año y con Juanito al frente de la delegación no se sabe que pasará con Iztapalapa
que Dios la bendiga.